¡Guau! La vuelta a clases. Qué momento tan bonito. ✨
Desde el brote de Covid-19, hemos estado hablando con cientos y cientos de propietarios de estudios. ¿Tienes en mente reabrir tus puertas? ¿Qué precauciones debes tomar? Nos gustaría compartir contigo algunos trucos e información. Esta guía puede ayudarte a prepararte y a tomar las decisiones acertadas en lo que se refiere a la reapertura de tu estudio.
La regla de oro: Haz todo lo que esté en tus manos, dentro de tu capacidad y de tus posibilidades. Al menos demuestra que has hecho todo lo posible para hacer que tus yoguis se sientan cómodos en la vuelta al estudio.
Ojalá los trucos y consejos de este artículo te guíen en este proceso. Nos alegramos por ti.
Namasté 🙏
El Equipo de Momoyoga
Tu negocio de yoga tiene el potencial de convertirse en una parte positiva y muy importante en la vida de tus alumnos. Momoyoga supone una manera más sencilla y fácil de gestionar tus clases de yoga, reservas, pagos y yoguis, todo en un solo lugar.
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Ponte en contacto con tus yoguis
Lo más probable es que no los hayas visto durante mucho tiempo. Tampoco has hablado con tus yoguis como solías hacerlo semanalmente. Ahora es el momento ideal para ponerte en contacto con ellos. Envía una actualización sobre el estado actual de tu estudio. Qué has estado haciendo, en qué has estado trabajando, qué estás haciendo ahora y qué precauciones has tomado (o estás tomando) al reabrir. Con suerte, también puedes dar una estimación (o incluso una fecha exacta) sobre cuándo darás la bienvenida a tus yoguis de nuevo en el estudio.
Aprovecha este momento para informar también a tus yoguis sobre las próximas clases, promociones o un nuevo horario. O simplemente sigue aplicando todas las medidas que estás adoptando para que así los yoguis puedan volver al estudio pronto.
Ponte en contacto con tus empleados
La reapertura de tu estudio no solo implica abrir las puertas. Todos aquellos que participan en el negocio de tu estudio también volverán al trabajo. Así que informa a tu equipo. Haz una presentacion, da un discurso o lo que mejor se adapte a tu estilo. Es hora de tomar la iniciativa. En función del tamaño de tu estudio, incluso te recomendaríamos ir más allá y mostrar tu liderazgo. Ahora más que nunca.
Reúnete individualmente con cada uno de tus empleados. ¿Cómo se sienten tanto física como mentalmente? La vuelta al trabajo probablemente supondrá un cambio en su nueva rutina diaria. Independientemente de si se trata de un jefe de sala, de alguien en el mostrador, de un anfitrión o de alguien que sólo imparte una o dos clases a la semana, las cosas cambiarán. Aunque pueda parecer que se está «volviendo a la normalidad», simplemente no asumas que el cambio «de vuelta» es más fácil que el que se tuvo lugar al cerrar las puertas. Las personas tenemos la costumbre de adaptarnos a una nueva situación con el paso del tiempo. Y, lamentablemente, la «nueva normalidad» no consistía en venir al estudio cada día. Además, entiende que los profesores pueden haber tenido otras ocupaciones durante esos meses. Su horario semanal también puede haber cambiado notablemente. Dales tiempo para que se adapten. Sé paciente.
Desde el punto de vista práctico, asegúrate de que tu personal disponga de toda la información sobre todas las precauciones que has tomado. No solo para que las sigan, sino también para que puedan responder a posibles preguntas por parte de los yoguis.
Comprobaciones
En la mayoría de las regiones incluso está regulado. Tienes que preguntar a los yoguis cómo se sienten tras entrar en el estudio. A mayores de la regulación, también se puede convertir en una nueva costumbre. Comprobar si todo el mundo se siente bien, se siente cómodo. Simplemente será otra forma de preguntar «¿Cómo te encuentras?».
Una vez dicho esto, hay mucho más. Desearás preguntar continuamente a tus yoguis sobre su estado de salud, cómo se encuentran en ese momento concreto y, en el mejor de los casos, antes de que se presenten en tu estudio. Hay algunos pasos sencillos que puedes adoptar para «automatizar» estas comprobaciones frecuentes antes de cada clase.
Utilizando Momoyoga, puedes configurar tu cuenta de tal manera que, tras cada reservar, el yogui recibirá un e-mail de confirmación. Además, también puedes activar los e-mails recordatorios de clase. Ambos e-mails son perfectos para añadir la comprobación sobre el estado de salud. Por ejemplo, sigue a rajatabla las regulaciones de tu gobierno en lo que respecta a los consejos de salud. Pide a tus yoguis que se queden en casa cuando no se sientan bien al 100 % o cuando estén resfriados, estornuden, etc.
RLee todo sobre la edición de e-mails automáticos.
Quizá algo más que te gustaría añadir a estos e-mails es tu política sobre cancelaciones de clases, en especial por motivos de salud. Por ejemplo, menciona que con esta reserva se resta un crédito de sus respectivos pases de clase. El crédito se devolverá cuando el yogui no pueda venir a la clase debido a posibles problemas de salud.
La higiene es lo primero
¿Así que tus puertas pueden abrirse nuevamente? Bueno, ¡cuidado con las puertas! Estas serán puntos de contacto :) Si tu estudio se encuentra en un lugar de clima cálido, es fácil. Asegúrate de que las puertas están abiertas. Utiliza una cuerda, cinta adhesiva, retira las puertas o lo que sea. Cuando esto no sea posible en tu estudio, hay otras formas de hacerlo. Por ejemplo, ten un punto de desinfección junto a la puerta. Pon un cartel y pide a los yoguis que se limpien las manos al entrar.
Otras consideraciones en cuanto a higiene:
- ¿Ofreces esterillas de yoga? ¿O quieres que tus yoguis traigan las suyas? ¿Este es el momento de alquilar (o empezar a vender) esterillas y material de yoga (bloques, correas, toallas, etc.) a tus yoguis?
- ¿Cómo limpias el estudio y con qué frecuencia? El suelo, las manillas, los accesorios, etc. ¿Qué pueden hacer tus yoguis en este punto? Tal vez esta sea una buena ocasión para introducir a tus yoguis a esta cosa llamada Karma yoga.
- ¿Hay plazas de aparcamiento? ¿Instalaciones exteriores donde tus yoguis puedan esperar antes de entrar en el estudio? Quizá crear una «zona de espera» señalada donde los yoguis puedan esperar a la clase con una distancia de seguridad entre ellos.
- Si tienes vestuarios, duchas y otras instalaciones similares, es recomendable mantenerlas cerradas hasta nuevo aviso. Comunícalo activamente, para que tus yoguis lleguen con su ropa de yoga y estén «listos para disfrutar» a su llegada.
- Reduce al mínimo el uso de los aseos, con solo uno disponible. Coloca instrucciones y equipos para que al entrar y al salir los yoguis puedan limpiar el inodoro, el lavabo, las manillas de las puertas, etc.
- Cuál es la rutina preferida antes de que empiece la clase (quitarse los zapatos, lavarse las manos, entrar en la sala y elegir un sitio) y cuál es la rutina preferida después de la misma (desinfectar el equipo, enrollar y guardar las esterillas, los bloques o las mantas).
1,5 metros, 6 pasos, ¡haz espacio!
Está por todas partes: Mantén la distancia. ¿Pero qué significa esto para tu estudio de yoga en particular? ¿Puedes recolocar las esterillas de yoga de tal manera que se respeten 1,5 metros o 6 pasos? En general, ¿qué implica esto en cuanto al número total de esterillas? Y ¿cuál es el número máximo de personas permitido actualmente en los locales de tu país? Estas son solo algunas de las cosas que hay que tener en cuanta a la hora de reabrir tus puertas.
Primero, echemos un vistazo a la forma en que tus yoguis entran en tu estudio. ¿Hay alguna sala/espacio en el que (habitualmente) esperan antes de la clase? Lo ideal sería que una nueva clase entrara en el estudio o aula, constituyendo un solo grupo. Si es posible, que entren por una puerta y salgan por otra. De esta manera, evitarás que la gente se cruce en los pasillos, caminando en ambas direcciones. Lo mejor es guiar a los yoguis por el local. Traza un camino. Coloca señales. Tal vez incluso puedes emplear formas naturales para dividir las salas y los pasillos. ¿Y si utilizas macetas y plantas o flores?
Cuando en tu estudio haya clases «una detrás de otra», brinda a los yoguis la posibilidad de esperar antes de entrar. O simplemente pídeles que esperen en su coche o en el exterior hasta que los participantes de las clases anteriores se vayan. Así se respeta el aforo del local y el distanciamiento social. Comunica por adelantado estas directrices a tus yoguis a través un libro de pautas enviado por e-mail. Consulta más información sobre este tema en la sección Comunicación, situada a continuación.
Luego, cuando la clase ya esté en marcha, ¿cómo te asegurarás de que se respete la distancia durante la práctica? Puedes poner cinta adhesiva o, como se ha mencionado anteriormente, encontrar una forma natural de marcar posiciones y distribuir las esterillas de manera uniforme en el espacio de tu estudio. Haz que todos los yoguis cojan una esterilla al entrar y una sola vez. Además, asegúrate que todo el equipo de yoga (posiblemente) necesario se encuentre al alcance de cada uno de los yoguis. Esto podría implicar poner correas y bloque en abundancia junto a cada esterilla, antes de que empiece la clase. Nunca sabes quién necesitará lo qué, ya que el «estado» de los yoguis puede variar cada semana. En cualquier caso, debes evitar que las personas caminen de un lado a otro, que vayan en busca de lo necesario al armario, o lo que sea.
Una última consideración en cuanto a la capacidad máxima permitida. Como las regulaciones varían en función del país, la región y la fecha, consulta con frecuencia el sitio web de tu gobierno local para saber cualquier novedad al respecto. Lo que hoy puede ser una regulación, podría cambiar en el transcurso de una semana.
Enseñanza en espacios exteriores
Una manera estupenda de pasar a la reapertura de tu estudio es impartir (algunas) clases en espacios exteriores. Si tienes esa posibilidad en tu estudio o cerca del mismo, es genial. No obstante, vemos que muchos propietarios de estudios son muy creativos en este punto. Enseñan sobre un tejado, en un aparcamiento, en un parque cercano o en donde sea. Si no tienes este tipo de espacios en las zonas limítrofes a tu estudio, busca el lugar que mejor se adapte a tu tipo de práctica. Hay muchas opciones, independientemente de dónde te encuentres, ya sea un área metropolitana o en medio del bosque. Enseñar en el exterior puede ser una gran experiencia. Tanto para ti como para tus yoguis.
A la hora de impartir clases en diferentes emplazamientos, o en un lugar alejado de tu estudio, puede ser útil compartir tu ubicación con tus yoguis de manera online. Puedes hacerlo en la descripción de la clase en Momoyoga. Utiliza el software de gestión de tu estudio en este caso. Tanto si cambias de ubicación en el último momento, como si no sabes si la ubicación está disponible y es adecuada para ese momento concreto, puedes optar por compartir tu ubicación en vivo con tus yoguis. Por ejemplo, a través de Whatsapp.
El gran desafío de enseñar al aire libre es el carácter impredecible de las condiciones meteorológicas. Por supuesto, esto también depende en gran medida de tu ubicación. Aunque, por lo general, cualquier cosa puede (y va a) suceder. Qué tranquilidad se tiene cuando hay un plan B (o C) por si acaso. Con respecto a esto, también hemos aprendido varias opciones creativas, siendo una tienda de campaña quizá el ejemplo de escapada más rudimentaria. Tal vez te puedes ponerte en contacto con un camping. Pregunta si puedes hacer uso de sus instalaciones, «por si las moscas». ¡Tal vez con ello también promocionen las suyas!
Mascarillas
Independientemente de la opinión que tengas al respecto, puede que algunos de tus yoguis se presenten en el estudio con mascarillas. Aquí pueden surgir algunos desafíos. Por ejemplo, en una clase de meditación, o en cualquier clase que se centre, por lo general, en ejercicios de respiración. Es posible que quieras ir más allá en cuanto a los beneficios que ofrece la práctica de pranayama, en este momento. Mejora la salud emocional, física y mental. Tienes ejercicios para cada tipo de práctica o propósito. Ya sea para calentar, enfriar, calmar, mejorar la concentración, etc. Aunque los beneficios son innumerables y relaja notablemente el sistema nervioso, algunos yoguis prefieren no hacer ejercicios de respiración en un espacio compartido y cerrado, en estos momentos. Respeta sus preferencias personales y asegúrate de que dispones de formas alternativas de alcanzar el objetivo que te propones.
Ajustes manuales
Algunos profesores apuestan por las indicaciones verbales, otros por los ajustes manuales durante la práctica de asana. Como profesor, la preferencia por uno de los dos métodos o el empleo de ambos, depende de ti.
Algunas prácticas y correcciones requieren contacto físico. Es probable que en el pasado caminaras durante ciertas posturas, ayudando a tus yoguis en su práctica. Hoy por hoy, esto quizá no sea posible. Todo parte de tu forma preferida de trabajar, aunque lo siguiente a tener en cuenta es la preferencia del yogui. Cuando se da la bienvenida a un nuevo yogui al estudio, la mayoría de los profesores les preguntan si se sienten cómodos al ser tocados. En los últimos meses, las respuestas pueden haber cambiado. ¿Siguen estando cómodos con los ajustes manuales en este momento? ¿Sí o no? Una solución bastante sencilla es colocar una tarjeta o un trozo de papel/madera en cada esterilla. En ella simplemente se indica: «Estoy de acuerdo con que me toquen» o «No quiero que me toquen», así los yoguis le podrán dar la vuelta antes de que empiece la clase.
Si tú, como profesor, prefieres no hacer ajustes en este momento, puedes centrarte en las indicaciones verbales durante las clases. Dar buenas indicaciones verbales es un arte, esto es, usar la palabra para conseguir que tus yoguis se muevan con eficacia en sus prácticas, profundizar en sus posturas, encontrar su equilibrio y desafiarlos cuando sea necesario. Esto puede requerir un poco de práctica y preparación, pero estás invirtiendo en la calidad de todas tus clases futuras.
Si crees que a tus clases les falta algo sin los ajustes manuales, ¡ten creatividad! No dudes en probar y buscar alternativas que den a tus yoguis esa sensación especial. La sensación de que el tiempo se detiene, de que la energía fluye. Algunos ejemplos son el uso de aromas, música (en directo) o una meditación guiada especial.
Utiliza tus habilidades online
Es probable que hayas adoptado la enseñanza online en los últimos meses. Incluso puede que te hayas visto en la «obligación» de utilizar un software de gestión de estudios de yoga a causa del brote de Covid-19. De cara al futuro, estos conocimientos recién aplicados seguirán siendo extremadamente útiles. Aunque las precauciones te parezcan suficientes, puede que algunos de tus yoguis sigan dudando o sintiéndose menos cómodos al volver a tu estudio. Dado el caso, solo puedes respetar sus preferencias y elecciones personales. Otros podrían quedarse en casa con más facilidad que en el pasado, tomando los consejos sanitarios mucho más en serio. Digamos que un yogui no se siente 100 % bien una mañana cualquiera. Por lo general, está lo suficientemente en forma para hacer su práctica de yoga, pero también lo suficientemente animado como para ir al estudio. Es una gran oportunidad para que él/ella pueda seguir participando en tu clase. Puede ser desde casa. Es bastante probable que halles el modo de poner una cámara en cada clase, convirtiéndola en una clase híbrida, una clase física y una clase de yoga online, todo al mismo tiempo. Un apunte aquí: Asegúrate de que ninguno de tus yoguis de la modalidad presencial salgan en cámara. Tampoco mientras entran o salen del estudio o de la sala. Si en realidad no es posible garantizar esto, pide permiso a tu yogui con antelación. Además, baraja la posibilidad de comunicar que tus clases estarán disponibles para los yoguis que participan de manera remota.
Lee todo sobre la enseñanza online en nuestra Guía Definitiva para la Enseñanza Online
¡Comunícate, comunícate, comunícate!
Lo más probable es que una combinación de las medidas mencionadas anteriormente se ajuste mejor a la práctica en tu estudio. Sintetiza todo lo que haces en un texto corto o en viñetas y comunícalo a toda tu lista de yoguis por e-mail. Por ejemplo, creando un boletín de noticias con Mailchimp. Con Momoyoga, puedes exportar de manera sencilla tu lista de yoguis más actuales.
En último apunte: Ten la mente abierta a los comentarios en tu comunicación, en concreto, aquellos comentarios solicitados a tus yoguis. Por ejemplo, sobre su experiencia tras finalizar su primera clase. ¿Cómo fue la experiencia de «vuelta a clases»? Puedes crear un e-mail de satisfacción (p. ej. utilizando Mailchimp) para ser enviado después de cada clase. O simplemente dar a conocer tu dirección de e-mail en tu estudio. Coloca una nota diciendo algo como «Nos escantaría escuchar cualquier idea o comentario, por favor, comunícanoslo o envíanos un e-mail a comentarios@estudionamaste».
💫¡Hola, soy Vera! Una de las personas detrás de Momoyoga y esta guía. Nos esforzamos al máximo para escribir artículos que te ayuden e inspiren. Si deseas hacernos llegar algún comentario, mándame un mensaje. 💫